Page 17 - El Maestro

necesita de mi ayuda pregunte por el Picaflor en la cafetería al lado del parque central de Juigalpa. Ellos me dan el recado.
–Le agradezco mucho don Miguel, pero dígame ¿cuánto le debo por el viaje?
–¿Cómo va a creer que le voy a cobrar a mi compañero de viaje?
–Pero, don Miguel...
–No se hable más –se negó rotundamente a cobrarme y repuso–: La próxima vez que nos veamos invítame con tu primer sueldo una buena carne asada con una cerveza.
–Como usted quiera don Miguel, entonces quedemos así –de esta forma me despedí del Picaflor de Chontales, Miguel Romero.
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