Page 12 - El Maestro

veces me acerqué y pregunté al campesino que la guiaba:
–Disculpe, ¿hacía dónde se dirige?
–Voy de regreso a la Libertad –contestó el hombre de contextura robusta y mirada serena, luego prosiguió–: Pero por qué pregunta.
–Es que... bueno...yo voy a Juigalpa y pensé que quizás usted iba hacía allá...
–Ja, ja, ja... –soltó aquel hombre una carcajada, al verme nuevamente dijo–: la verdad es que sí. Yo voy a pasar por Juigalpa, pero mmm... El viaje es cansado y aburrido cuando se lo hace solo, así que me vendría bien un poco de compañía, ¿qué dice?
–Gracias, le agradezco mucho, ya llevaba un buen rato craneando una forma de llegar a Juigalpa –Me sentí aliviado, ya que por fin encontré a alguien que me llevara. Rápidamente me subí a la carreta con mi mochila en la espalda y me presenté–: Mi nombre es Alejandro Gonzáles.
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