Page 10 - El Maestro

fuerte y robusto tiburón toro que habitaba las aguas del gran Lago de Nicaragua.
En esa época uno arribaba a Puerto Díaz y desde ahí ya sea en carreta, mula o caballo se iba a Juigalpa. Decenas de carretas tiradas por bueyes iban y venían cargadas de mercadería (miel de abeja, cacao, frijoles, etc.) traídos de la montaña y listos a ser transportados a Granada para su distribución al resto de departamentos. En esos días era muy común que aquellas carretas transportasen también piedras preciosas sacadas de las diferentes minas de la región.
A través de mi mente hacía un viaje imaginario a ese tiempo de gran apogeo para la región. Mi sueño fue interrumpido bruscamente cuando el bus en el que viajaba frenó de golpe. El chofer se levantó de su asiento, agitado y preocupado preguntó:
–¿Están todos bien?
El malestar de la gente se hizo sentir:
–¿Por qué ha frenado de esa forma? Acaso no ve que lleva personas, no animales –decía una señora desde atrás del bus.
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